lunes, 12 de octubre de 2009

El miedo siempre lo para todo..

Verdaderamente tengo miedo de lo que pueda pasar, de lo que pueda sentir. Como cuando de pequeña tenía miedo al hombre del saco, o cuando me planteo que pasará si algún día me matan. Siento esa clase de miedo. Ese miedo a algo desconocido, pero que te gustaría conocer. ¿Entiendes a que me refiero? Te pondré otro ejemplo, es como cuando quieres algo pero tienes miedo a lo que pueda pasar cuando lo tengas. Ese tipo de miedo, tienes miedo de lo que pueda pasar, pero sin embargo ansías que pase, solo para poder decir, ya sé que ha pasado.
También estoy enamorada… no sé de qué precisamente. Bueno quizás sí lo sé, de ti. Pero no sé que hizo que me enamorara de ti, no sé que fue aquella chispa que encendió el montón de madera que había en mi corazón guardado para ese alguien especial. Pero eso es otro tema…
Estoy asustada, como cuando tenía una pesadilla y me iba a la cama de mis padres. Estoy acojonada, como cuando había echo algo mal, y esperaba la reprimenda de mis padres. Estoy confundida, como cuando no sabía a quien tenía que hacer caso, o como cuando no sabía que ropa me iba a poner. Estoy agobiada, como cuando treinta personas te hablan a la vez, y todas te dicen cosas diferentes. Estoy cansada, cansada de esta situación… que al fin y al cabo he creado yo por ser tan imbécil y enamorarme de ti.
Bah pero que digo… no sé ni porque estoy asustada. No sé ni porque estoy deprimida, se supone que debería morirme de las ganas de estar contigo, se supone que cada vez que me miras tendría que sentirme bien. Cada vez que me tocas tendría que sentirme afortunada, y cada vez que me hablas tendría que sentirme especial. Y la verdad, todo es como si no tuviera importancia, porque ante todo tengo miedo. Ese puto sentimiento que lo jode todo siempre… ¿sabes? Tengo miedo a decirte las cosas claras, aunque ya las sepas. Tengo miedo de que todo se estropee, y tengo miedo de que las cosas que me dice la gente sean verdad. Tengo mucho miedo.
Más de la mitad de cosas que hay en mi vida me recuerdan a ti, a tu sonrisa, a tu voz, y a tus tonterías infantiles. Todas y cada una de las cosas que veo, que escucho, que siento, que toco… todas. Y llevar una pulsera tuya, tampoco ayuda demasiado. ¿Sabes porque? Porque me paso el día mirándola, preguntándome si tú estarás mirando la mía en ese momento. Porque la miro y me acuerdo de ti, de que te quiero, y de que tu estas lejos en ese momento. De que simplemente somos amigos, y que tengo miedo a ser algo más…
¿Sabes qué? Prefiero no seguir hablando de ello… prefiero dejar el tema, y ya pasará lo que tenga que pasar